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Indudablemente, único es Hammond. El órgano Hammond es único tanto por su excelente sonido como por sobresalir en diferentes géneros musicales. En concreto, jazz, rock, soul, gospel, funk, disco, ska, y música ligera.
Cronología de por qué Único es Hammond
El Hammond antes de 1950
Al comienzo, los órganos de teatro y de tubo alcanzaron su cumbre cuando todavía no se filmaban películas. De hecho, los primeros órganos de tubo se caracterizaban porque el aire era bombeado por alguien que utilizaba grandes fuelles o pedales.
Como resultado de experimentos, Hammond concibió lo que vendría a ser el órgano Hammond. Con este propósito, y después de una demostración, lo presentó en la Oficina de Patentes y Marcas Comerciales el 19 de enero de 1934.
Particularmente, el Hammond A fue presentado por el organista Pietro Yon el 15 de abril de 1935 en una conferencia de prensa de Nueva York. Asimismo, se presentó en la Exposición de Arte Industrial. Aquí permaneció hasta el 15 de mayo de 1935.
El Hammond después de 1950
Claro está, el organista Lenny Dee firmó con Nashville Decca Records en 1951 exclusivamente para registros de órganos instrumentales.
En 1966, Rascals’ Felix Cavaliere estaba “Grooving” con su Hammond y bajo de pedal.
Mientras, estaba viniendo música de Jamaica en forma de ska, blue beat, y Rock Steady. Además, estaba rompiendo el molde en los carteles americanos con canciones como “Double Barrel” de Dave y Ansel Collins. Y organistas posteriores, como Jackie Mitto y Winston Wright, estaban definiendo la música que a la postre sería reggae.
A finales de 1980, la que una vez fue poderosa Compañía de Órganos Hammond cerró y cedió sus derechos. Sin embargo, el órgano Hammond no se vino abajo.
Si bien Suzuki tomó el relevo, su compromiso sería llevar al órgano Hammond hacía el centenario siguiente.
A partir de 1990, el movimiento de acid jazz del Reino Unido y Europa trajo, con el órgano Hammond, tanto teclado como bajo, creando un panorama únicamente demandado.
En la actualidad, tenemos que este órgano se encuentra en lo alto de la escena musical, y sabe lo que es ser único.
Evidencias de por qué Único es Hammond
Ciertamente, la historia de Laurens Hammond es una de las más grandes de empresa americana e inventiva. Sin lugar a dudas, debería ser enseñada en todas las escuelas de hoy en día como inspiración para todos aquellos que tuviesen éxito, y el poder de ser únicos.
Aún así, es importante darse cuenta de que Hammond estaba fascinado con la electricidad y sabía que un motor eléctrico podía alimentar un generador. Y éste podía producir sonidos.
Es más, un aspecto que se suele pasar por alto, para averiguar qué nos puede hacer únicos, es que Hammond era sobre todo un inventor.
Algunos ejemplos de por qué Único es Hammond
Por ejemplo, EL SHOW DE STEVE ALLEN, EL SHOW DE ED SULLIVAN, y también otros, que actuaron en salas top.
De igual forma, en la América de los Top 40 de antes de la invasión británica el órgano ocupó un lugar destacado. Son ejemplos el éxito de Lou Christie “Two Faces Have I”, y el clásico de Barbara Lewis “Hello Stranger.”
También, en Nueva York y en Los Ángeles, organistas como Korla Pandit, Earl Grant, y Ethel Smith, estaban teniendo su particular espacio tanto en radio como en televisión. De hecho, en 1950, estaban tocando el órgano Hammond en varios espectáculos, y en horario nacional de máxima audiencia.
Igualmente, “Let’s Dance” de Chris Montez, “Baby” de Dave, y “Rinky Dink” y “The Happy Organ” de Cortez fueron singles de éxito pop. Para 1960, el órgano Hammond había estado ya en el mercado durante unos veinticinco años, pero no había hecho más que empezar.
Otras formas de ser único
A principios de los 70, artistas como Steppenwolf, los Allman Brothers, Lee Michael, y otros muchos confiaron plenamente en el órgano Hammond. Igual que el resplandeciente Hammond de Gregg Rolie, el organista de Santana, que se pudo escuchar en casi todo lo que la banda hizo.
En consecuencia, casi toda esta música estuvo por ahí rodando constantemente por América y por todo el mundo. Finalmente, estaba, consciente e inconscientemente, metiendo el órgano Hammond en la psique pública.
